
Si los hijos viniéramos con interruptor, probablemente acabaríamos acumulando polvo en algún garaje olvidado. Al principio serían cinco minutos justitos para un caso puntual. Luego, diez, quince...
- ¿Has enchufado a Jorgito?
- ¿Pero es que está apagado?
- ¿Cómo te piensas que he conseguido hacer la cena?
- Pues ahora vas y lo enciendes.
- ¿Ahora que va a empezar el partido? En el intermedio voy.
- Pero bueno...
- Si tienes tanto interés, te levantas, lo enchufas, lo bañas, le das la cena, le secas el pelo y lo acuestas.
- Pero si lo has apagado tú.
- Y así seguirá hasta que pite el árbitro la media parte.
- ¡¡¡ juernadfua!!!
- Además, con la que hora que es, ¿qué más dará que esté apagado o durmiendo?
- No me lo puedo creer.
- Pues el lunes a ver qué hacemos.... Yo trabajo todo el día, tú hasta las cuatro de la tarde y Jorgito hace puente...
¿Sigo?
- ¿Has enchufado a Jorgito?
- ¿Pero es que está apagado?
- ¿Cómo te piensas que he conseguido hacer la cena?
- Pues ahora vas y lo enciendes.
- ¿Ahora que va a empezar el partido? En el intermedio voy.
- Pero bueno...
- Si tienes tanto interés, te levantas, lo enchufas, lo bañas, le das la cena, le secas el pelo y lo acuestas.
- Pero si lo has apagado tú.
- Y así seguirá hasta que pite el árbitro la media parte.
- ¡¡¡ juernadfua!!!
- Además, con la que hora que es, ¿qué más dará que esté apagado o durmiendo?
- No me lo puedo creer.
- Pues el lunes a ver qué hacemos.... Yo trabajo todo el día, tú hasta las cuatro de la tarde y Jorgito hace puente...
¿Sigo?
2 comentarios:
Jajajajajajaja... lo has bordado.
Da gusto poder reír reconociendo a la vez que debajo hay una verdad que no tiene demasiada gracia pero a la que, gracias a la risa, podemos mirar a la cara sin temor.
Veo que me captas :-)
Je, je... sí; si no fuera por la risa...
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