domingo, 20 de junio de 2010

Perdido

Cuando fui para la cama me sentí incapaz de poner un rato la tele como hago todas las noches. Por la tarde había acabado de ver "Lost", luego estuve buscando por internet comentarios para aclarar algunas ideas y... A lo que iba es que tenía ganas de cerrar los ojos y -por fin- en el silencio de la madrugada pensar en estos años y en lo que me sugería el final.

Como siempre, no pude evitar arrimar el ascua a mi sardina (no hablo de sexo, no) y, aún con la cercanía de  lo visto en LOST, rápidamente sobrevoló mi cabeza cierta compañera idea de la niñez que hasta hace unos días había dejado en el olvido.

Aunque no recuerdo exactamente cuando empecé a barajarla como una posibilidad real, acabo de hacerme consciente de que cuando la rechacé inicié el camino para llegar a convertirme en una persona triste y sin futuro. Y es que no puede tener futuro quien no cree en el presente. Y así he sido siempre. Conmigo no va el "Carpe diem". ¿Cuál era la posibilidad? ¿Qué agotó en mí la esperanza aún antes de empezar?

La  idea era sencilla: ya que no conseguía comprender que hacía entre aquellos personajes simples, vulgares y violentos; me dio por pensar que un día alguien -de mi familia real- vendría a buscarme, me explicaría las causas y razones de mi estancia en aquel lugar, y, después, podría empezar a ser feliz, dejando de lado la existencia purgatorial en la que se deslizaban mis días.

El tiempo fue pasando y todo siguió igual. Tan igual que la costumbre se hizo norma y el vacío, con  su amiga la nada, pasó, permanentemente, a formar parte de mi, llamémosla, personalidad.

Obvio es que nadie me vino a buscar, pero, cuando he recordado aquellas infantiles esperanzas,  no  he podido evitar sonreír. Supongo que lo correcto sería llorar, pero, aunque pueda parecer lo contrario, soy un perenne optimista bien informado.

2 comentarios:

Borde dijo...

Llevaba tiempo buscando un blog como el tuyo. Creo que además de tener como favoritos El lobo estepario y El filo de la navaja compartimos oficio.

No he leído todavía todas tus entradas, pero estoy en ello. Con eso está todo dicho, creo.

Diletante dijo...

Gracias por pasarte.