viernes, 20 de octubre de 2006

Beguindebeguin

Empezar a los 38 se me hará gracioso. Estar en la mitad de una vida y volver a ser jóven y grácil no es patrimonio de un gaznápiro cualquiera (soy afortunado). Todo será nuevo y prometedor, brillante y fecundo... pero con más dolores y menos pelo, menos tiempo y más recuerdos.

Habrá que limar los colmillos, mirar hacia el fondo y teñir las canas del alma.

Descolgar el collar y engrasarlo debidamente puede ser un buen comienzo para este renacer.

2 comentarios:

j.zamora dijo...

estás en forma, man!
a tono y bien servido, espero...

Diletante dijo...

He de reconocer cierta hipotonía generalizada en mente y cuerpo.
Por otra parte no me puedo quejar de las cartas: llevo un trío con perspectivas de full... :-)

Eres, como siempre que te veo, mi alegría del día.

Un abrazo.