Estábamos sentados hoy en un restaurante italiano ubicado junto a la Plaza Mayor y entre plato y plato íbamos recibiendo las peticiones pecuniarias de músicos ambulantes -de diversas nacionalidades y gran variedad instrumental-, dibujantes callejeros, gitanos con un vaso de plástico en la mano y un "es pa comé" en la boca, loteras a un empujón de la jubilación, recogida de firmas con posterior petición de colaboración, un payo vendiendo lápices en pos de recoger fondos para no sé qué de drogodependientes -"todos están colaborando", decía; sordomudos vendiendo pequeños diccionarios de signos...
Tras el primer entreacto ha llegado un un desequilibrado, ha puesto la chaqueta sobre la papelera y se ha lanzado a hablar en italiano sobre "algo", en apariencia, de poco interés para el público. De repente ha frenado el discurso y ha dicho "Pues ahora, en español", pero lo ha pensado mejor, ha recogido la chaqueta y se ha ido si hacer uso del don de lenguas.
El momento álgido ha llegado cuando un tipo alto, que ha ido pasando mesa por mesa, ha llegado hasta mí -yo he seguido masticando y mirando distraidamente como muy al fondo de la nada-, ha dudado un momento y ha preguntado: ¿habla "españó"? Le he mirado con cara de "mi no comprenda su idiomo", negando con la cabeza. Entonces ha respondido: "chus, chus..." Y de él nunca más se supo.
Tras el primer entreacto ha llegado un un desequilibrado, ha puesto la chaqueta sobre la papelera y se ha lanzado a hablar en italiano sobre "algo", en apariencia, de poco interés para el público. De repente ha frenado el discurso y ha dicho "Pues ahora, en español", pero lo ha pensado mejor, ha recogido la chaqueta y se ha ido si hacer uso del don de lenguas.
El momento álgido ha llegado cuando un tipo alto, que ha ido pasando mesa por mesa, ha llegado hasta mí -yo he seguido masticando y mirando distraidamente como muy al fondo de la nada-, ha dudado un momento y ha preguntado: ¿habla "españó"? Le he mirado con cara de "mi no comprenda su idiomo", negando con la cabeza. Entonces ha respondido: "chus, chus..." Y de él nunca más se supo.
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